domingo, 25 de abril de 2010

Un mapa de preguntas. Reunión número 4_13/04

Con el fin de visualizar cómo se articulan los diferentes interrogantes con respecto al tema de nuestra investigación, decidimos realizar la siguiente actividad. Cada componente del grupo debía traer sus preguntas escritas en tarjetas. Estas podían ser de cualquier manera, siempre que todas tuvieran la misma medida (8,5 x 5,2 cm.) para poder archivarlas en una caja.



Sacamos las tarjetas y las ponemos sobre la mesa. Evitando la clasificación, enlazamos lascuestiones. Sobre algunas ya habíamos debatido, con lo cual fue relativamente rápido ponernos de acuerdo en una primera relación. Poco a poco, nos íbamos dando cuenta de que existen un sin número de opciones posibles. No todos seguíamos la misma lógica, con lo cual el resultado fue fruto de un consenso entre los participantes.
¿Qué hemos sacado de esto? He de decir que ayer no tuve sensación de claridad al acabar la reunión. Sin embargo, hoy vienen fragmentos del mapa a mi memoria. Creo que concibo el trabajo de manera más grupal que antes. Ahora sé en que lugar se ubica mi discurso con respecto al de mis compañeros. Eso supone un gran avance.
El mapa puede extenderse, no descartamos la posibilidad de añadir más tarjetas que incluyan nuevos conceptos. No solo preguntas. Volveremos a ponernos a prueba.

3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en que es bastante esclarecedor poder ubicar de un vistazo las cuestiones a abordar y sus enlaces posibles. Es importante saber que cada participante hizo sus tarjetas sin saber como las haría el resto, por tanto la apariencia de la tarjeta determina su autor, de alguna forma hace que tengan nombre. El mapa resultante ofrece dos posibles abordajes: para el observador externo, que desconoce las correspondencias de este código, supone un collage de símbolos, y para los participantes una invitación al diálogo con aquel que formulo la pregunta anexa. Como experiencia destacaría la sensación de poder mover (literalmente) bloques conceptuales (algunos muy densos) para conformar esta trama que resulta muy permeable, temporal, liquida y de bolsillo.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo con las dos. Registramos el mapa y lo convertimos en documento en un enclave temporal muy concreto, que tiene que ver con nuestro despegar y con un primer asentamiento de nuestros intereses y objetivos.
    Me gustaría volver a sacar las tarjetas (e incluso sumar más si hace falta) en otro momento de nuestro proceso, para detectar algunas posibles variables...
    Imagino movimientos derivados de nuestra experiencia, de nuestro desarrollo teórico, en un futuro próximo: centralizaciones/descentralizaciones, expansiones/contracciones, resituaciones espaciales de nuestras problemáticas o de nosotros mismos, apariciones, novedades, eclipses, volatilizaciones...
    De momento se quedará en suspense!

    ResponderEliminar
  3. Me parece muy interesante este recurso para situarnos (y resituarnos) constantemente. Creo que deberíamos recuperar esta experiencia a lo largo del curso!

    ResponderEliminar